Se impartieron cursos de entrenadores a los profesores de educación física que serán los encargados de dar continuidad al proyecto. En el colegio el Tololar se restauro la cancha, colocando tableros, aros y pintando las líneas del campo. También se pusieron canastas en el colegio ADIACT, y en el aula de repaso Tomás Borges. Una de las finalidades de las actividades era el que las niñas participarán, ya que en Nicaragua existe mucha desigualdad entre ambos sexos, y volvimos satisfechos de la gran aceptación que tuvo entre las chicas. 

Actualmente la escuela sigue contando con unos 70 niños, que entrenan dos días a la semana, y tenemos constancia que en los colegios visitados el baloncesto se ha convertido en un deporte que se practica con asiduidad.