Juan Carlos Navarro: "Ojalá hubiera más torneos como este"

El revuelo en el Frontón anunciaba desde la entrada que algo especial estaba pasando. El corrillo de voces desvelaba su presencia. ‘Está Navarro, está la Bomba’. La figura de Juan Carlos Navarro atrae las miradas por la emoción de quien encuentra en vivo a aquel que tantas veces le ha llenado de emoción. La estrella del Barcelona y de la selección española está estos días entre Utebo y Zaragoza persiguiendo la estela de otra Navarro, Lucía, su hija, convocada por primera vez para jugar con esa camiseta roja que vistió su padre en 253 ocasiones consiguiendo el Mundial de Saitama, dos platas y bronce olímpicos, dos Eurobásket… una leyenda que ahora es, simplemente, el hijo de Lucía.

Pacientemente firmó todos los autógrafos que le pidieron. Luego se sentó en una esquina de la grada, junto a su mujer, y vio en silencio las jugadas del primer partido de la selección U15 en el Torneo Internacional HMY El Olivar de categoría cadete. Lucía es una de las integrantes en la convocatoria que está doblando en esta competición y en el Torneo MHL Sport júnior que se disputa en Utebo, al que también se ha desplazado la familia Navarro. “Es un torneo reconocido, con un montón de equipos, de diferentes categorías. Esto está muy bien para alguien que le gusta el baloncesto y ojalá hubiera más torneos de este tipo, porque en definitiva todo el mundo quiere venir puede disfrutar de las instalaciones y de ver el modo que están disfrutando todas las niñas y niños”, comentó Juan Carlos Navarro.

Lucía juega en el CBS Barça Femeni. La sección de baloncesto femenino entrena y juega en San Feliú de Llobregat, más concretamente, en el pabellón Juan Carlos Navarro, al ser la localidad natal de la estrella retirada la pasada temporada. La ‘Bomba’ se acostumbra ahora a su nueva vida fuera de las canchas, echando de menos la competición, pero disfrutando de cómo sus dos hijas crecen como jugadoras disfrutando de este deporte. “Echo un poco de menos la competición, pero como padre ya llevo quince años con Julia. Estoy muy contento de verla jugar y ahora que tengo más tiempo, puedo seguirla en los partidos y los torneos. Por lo que me cuenta ella y todas sus compañeras se lo están pasando genial, que es de lo que se trata en estos torneos, que se relacione con otras niñas y al final que compita y que aprenda”, afirmó el campeón de dos Euroligas y ocho Ligas Endesa.

Es fácil identificar a Lucía. No sólo por el dorsal número siete, también por la mirada, heredada de su progenitor. Ella es exterior y, según su propio padre, desliza en su juego algunos de los gestos que hicieron famoso internacionalmente a la ‘Bomba’.  “Algo ahí de mí en ella, alguna bombita y algún tiro, pero cada uno tiene su estilo de juego. Intentamos hacer cosas en verano, entrenarla un poquito, pero lo primordial y por lo que estoy más contento es porque veo que se lo pasa super bien”, explica el mito.

Sin embargo, ‘Juanki’ prefiere quedarse en un segundo plano, dejar que sus hijas labren su propio camino. Sabe que ese es su papel y así lo interpreta, conociendo que el verdadero objetivo de todo muchacho que practica deporte es pasarlo bien. “Intento consultarla un poquito, ya sabemos cómo va la relación padre-hija en algunas ocasiones, pero lo importante es que se divierta, que se lo pasen bien, que aprendan, que esas horas que están entrenando o jugando les sirva para mejorar. Si están en esto es para disfrutar, ya mejorarán de cara al futuro”, insiste Juan Carlos Navarro, que tiene otra hija menor compitiendo en el Torneo MIC de Barcelona, por lo que acortará su presencia en Zaragoza para ver a ambas en acción.

Lucía se proclamó campeona de España con la selección catalana en categoría mini. La niña nació poco después de que su padre jugase con España los Juegos Olímpicos del 2004, dos años de ganar el histórico Mundial de Japón. Ahora ve cómo su legado sigue vivo con La Roja en la figura de su primogénita. “Para ella estar con España es una gran ilusión. Han trabajado todo el año para estar seleccionadas, y aunque no quiere decir nada de cara al futuro, para ellas es un paso más y encima se lo pasan en grande. Lo que yo he podido hacer con la selección ya lo sabéis, siempre he estado super cómodo, hemos conseguido muchas cosas y eso que me llevo para siempre”, indica Juan Carlos Navarro.

Acudir a torneos como el HMY El Olivar cadete y el Torneo MHL júnior, con más de cien equipos y nueve canteras ACB, más la presencia de las selecciones de España U15 y Chile U17, supone un regreso al pasado para ‘La Bomba’. Él también fue un jugador de formación y pasó sus vacaciones de Semana Santa con las categorías inferiores de la FEB o con el Barcelona. Esos recuerdos le vienen ahora a la cabeza viendo a su hija disfrutar con esa misma sonrisa, la sonrisa de jugona. “Estuve desde muy pequeñito en torneos de este tipo, con diez y doce años. Recuerdo ir a Guadalajara, al Siglo XXI, pasando todas esas etapas, ilusionado de poder estar con los mejores de España. Fueron clave en mi formación para alcanzar metas más grandes”, concluye Navarro, el padre.