Ángel Jareño: “Entrenar es un acto de generosidad donde anteponemos a los niños por encima de nuestros egos”

Ángel Jareño no es un desconocido en el baloncesto español. Más de 40 años de experiencia en los banquillos hacen de él un entrenador reconocido por su trayectoria y sus logros. Desde la figura de formador en la cantera del Real Madrid o asistente de técnicos de talla como Zeljko Obradovic, George Karl, Ignacio Pinedo o Sergio Scariolo o una larga experiencia como preparador en Liga Endesa o LEB Oro y Plata. Un currículum de primer orden que nace en una cancha de colegio: el Buen Consejo.

Esa dilatada carreta deja a Ángel Jareño en una posición envidiable para evaluar la evolución del trabajo de educador y las fortalezas y debilidades que se han desarrollado alrededor del niño y la niña que pretenden jugar al baloncesto, herramienta perfecta para la evolución del menor hacia la madurez.

 

Este bagaje, estas reflexiones, esta crítica, esta valoración, análisis y propuesta de mejora han sido condensadas en un trabajo bibliográfico.  ‘Baloncesto para educar’ (Editorial Kolima) es una obra abierta para el educador deportivo, para los padres y las madres de los jugadores, para el contexto que arropa al niño y niña sobre el que cae una visión del deporte extremadamente ligada al profesionalismo y arrancada de los valores y la paciencia que deben enriquecer en su camino a la edad adulta.

Desde MHL Sports tenemos la suerte que Ángel Jareño visite Zaragoza como integrante de la expedición de la selección española U15 que disputa el Torneo Internacional Cadete HMY EL OLIVAR, organizado por El Olivar. Aprovechando esta presencia y el éxito de crítica y ventas que está teniendo este libro, el entrenador afincado en León impartirá una charla con todos aquellos que estén interesados en abordar valientemente la transformación de la educación desde el deporte.

 ¿Qué le movió a escribir ‘Baloncesto para Educar’?

Después de ver muchos entrenamientos y partidos en diferentes ciudades, pensé que podía ayudar al baloncesto de formación dando mi opinión acerca del mismo.

Cada vez se practica más deporte. Cada vez se le da más importancia en la formación del menor. ¿Es más una moda, una buena campaña de marketing o una necesidad?

Es una auténtica necesidad. Se ha puesto de moda hablar de los valores, pero estos tienen que ver más con los hechos que con las palabras. Los entrenadores y los padres los transmiten con sus comportamientos y actitudes, y los pequeños los observan e imitan.

¿Qué condimentos tiene el baloncesto para ayudar en esta evolución del niño?

Sólo el baloncesto, por sí mismo, no ayuda al niño. Son los adultos que le acompañan durante su proceso evolutivo los que tienen la posibilidad de hacerlo. 

Más de 40 años de experiencia como entrenador, 18 de ellos dentro de la estructura de cantera y profesional del Real Madrid, le avalan como analista de esta realidad. Dice que se está mimetizando el mundo profesional en edades cada vez más tempranas. ¿A qué se refiere?

El baloncesto profesional tiene una enorme influencia en el deporte de formación hasta el punto de que este último ha perdido sus señas de identidad. En mi opinión, en lugar de adaptarnos al mundo del niño lo que henos hecho es que ellos se adapten al nuestro.

Además de esta visión, ¿qué evolución e involución ve en este tiempo en el mundo del baloncesto escolar?

El baloncesto de formación debería tender a pensar menos en el rendimiento deportivo y más en la formación integral del individuo. Estoy convencido de que es una herramienta a nuestra disposición para educar con la excusa de enseñar a jugar.

En su libro incide en que no se tiene en cuenta el proceso de cambio del menor, al que se trata como un ‘pequeño adulto’. ¿Cuáles cree que son los mayores errores que estamos cometiendo al no contar con esta transformación?

Ya lo comenté anteriormente. Es una de las influencias del deporte profesional que nos lleva a entrenarles como adultos cuando no lo son.

¿La estructura de la competición actual ha perjudicado en este proceso? ¿Se hace demasiado énfasis en la victoria como objetivo?

La competición no es un problema, es el uso de la misma lo que puede serlo. Los entrenadores decidimos el valor pedagógico de la competición. Podemos decidir usarla con un único fin, la victoria, o emplearla para algo más. Lo que es evidente es que nos proporciona el escenario ideal para enseñar a jugar y educar en el terreno personal.

¿Cree que se enfoca esta formación desde un nivel deportivo y físico, pero no tanto moral y psicológico?

Se incide más en el deporte que en el deportista. Es una consecuencia de todo lo que hemos hablado anteriormente.

Usted empezó con 17 años en el Colegio Buen Consejo. Es habitual este proceso en la entrada de entrenadores novatos. Es normal que no se esté preparado con esa edad, pero es inevitable, con el crecimiento de equipos, que los clubes echen mano de técnicos novatos. ¿Cómo solucionamos esta divergencia?

El problema no es que sean novatos y carezcan de experiencia. Todos empezamos en esas condiciones. Lo que es importante es que sean buenas personas, que tengan ganas de ayudar a sus niños, que sean humildes para aprender de todo y de todos, y que tengan pasión por lo que hacen. Si además encuentran a un entrenador experto que los sitúe en el camino de la formación, estaríamos en el mejor de los escenarios.

Las nuevas leyes implican una mayor amplitud de conocimientos para la obtención de títulos como técnicos de baloncesto. ¿Cree que ese es el camino?

No creo que tengamos un problema de conocimientos. En los cursos de entrenador se tocan todas las disciplinas que necesita para entrenar, pero el problema principal que veo es que hay demasiada teoría, pero poca práctica. Es como el cirujano que estudia toda la teoría, pero no tiene contacto con el paciente ni baja al quirófano. En definitiva, adquieren conocimientos, pero no saben ponerlos en práctica y en etapas de formación desconocen a quienes están enseñando. Un entrenador de nivel 1 puede entrenar en las categorías Minibasket, Infantil, Cadete y Junior cuando no sabe ni qué enseñar ni cómo hacerlo a cada uno de ellos porque desconoce el momento evolutivo en el que se encuentran. La solución es enseñarles a todos de la misma manera. En el mundo docente existe un profesorado específico de infantil, primaria, secundaria y bachillerato porque se entiende que son diferentes y se adaptan a sus necesidades.

¿Cuál, según usted, debería ser la base del buen educador deportivo?

Tener pasión por lo que hace y tener claro que entrenar es un acto de generosidad donde anteponemos a los niños por encima de nuestros egos.

Desde estamentos federativos, clubes e internamente por formadores se buscan estableces algunos cambios de normativas para favorecer los ‘buenos valores’. ¿Cómo valora estos cambios? ¿Es insuficiente?

Todo lo que se haga en favor de cambiar a mejor es bueno y lo aplaudo. Pero en mi opinión, mientras el deporte profesional campe por nuestras canchas va a ser difícil conseguirlo.

¿Qué otras alteraciones propondría del sistema competitivo y formativo?

Hemos hecho esfuerzos por adaptarnos al mundo del niño variando el tamaño de las canastas, del balón, del campo y realizando cambios en el reglamento, pero curiosamente no lo hemos hecho en la competición. Una progresividad en la misma ayudaría mucho a los niños desde sus inicios. Comenzar jugando una competición de 3x3 para luego progresar hacia el 4x4 y finalizar por el juego real de 5x5 sería una buena opción, pero soy consciente de que estos cambios cuentan con una gran oposición. Curiosamente el baloncesto critica mucho al futbol por inmovilista y por otras cosas, pero en esta cuestión ha conseguido una evolución de la competición desde el futbol 5 (5x5), al fútbol 7 (7x7) previos al juego real del fútbol con 11 jugadores.

También establecería un programa de formación por etapas para que los niños aprendan de una manera progresiva y conozcan poco a poco el juego.

Resalta la figura del padre y la madre, puesta en duda en los últimos tiempos. ¿Cuál debe ser su verdadero papel como acompañante del deportista?

Los padres son fundamentales en el deporte de formación. El secreto del entrenador es atraerles y hacerlos partícipes de nuestro proyecto deportivo. Cuando a los padres se les explica lo que se quiere conseguir y entienden que es beneficioso para sus hijos, se convierten en los mejores aliados. Esa es mi experiencia. Pero ¿quién habla con ellos salvo para que paguen una cuota o sean el medio de transporte para el equipo?

Viaja a Zaragoza como integrante del grupo técnico de la federación española junto a la selección U15. ¿Cuál es su papel dentro de este programa?

Ayudar al equipo técnico a hacer un buen trabajo en beneficio de nuestros chavales. Todos sentimos que estamos aquí para ayudarles.

Aprovechará la cita para realizar una charla sobre la educación y el deporte. ¿En qué dirección ha planeado este evento?

Voy a hablar del baloncesto de formación y de mi visión acerca del mismo. Evidentemente, la educación formará parte de ella.

¿A quién está dirigido?

A entrenadores, padres, jugadores y a todos aquellos que se sientan educadores.

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https://www.editorialkolima.com/producto/baloncesto-para-educar/