Cosco y Leo llenarán de música de los 80 y 90 el Palacio d'Or

Cosco y Leo, que no Leo y Cosco, son un dúo ‘old school’. Un poco “chapados a la antigua”. Pero no es verdad. Porque los clásicos, ya se sabe, nunca mueren. ¿Quién no se sigue divirtiendo repasando los vídeos de Magic Johnson o el Doctor J? Quizá la comparación sea atrevida, sobre todo, porque su marco de actuación es más nacional. Las versiones de los 80 y 90. Son más un Joventut de los Jofresa o un CAI de los Arcega, por poner dos ejemplos.

Su espectáculo con este aire de toda la vida, de banda sonora personal, será el epicentro de la fiesta que la noche de mañana viernes  llenará el Palacio d’Or después de la segunda jornada de competición de la Marina d’Or Básket Cup, que organiza MHL Sports. Jugadores, jugadoras, entrenadores y, sobre todo, padres y madres podrán rememorar esas tonadas de grupos como Los Secretos, Loquillo o Joaquín Sabina que les hicieron bailar hace ya unos añitos.

Enrique Coscolín, reconocido periodista aragonés de la canasta, es la mitad de esta pareja, voz y emprendedor, de un proyecto que quiere, como dirían los Hombres G, ‘voy a pasárselo bien’.

¿De dónde nace Cosco y Leo?

Nos conocimos hace unos once años en Zaragoza a través de un amigo en común. Leo es músico profesional. Tocaba por locales de la ciudad y yo empecé a ir a sus conciertos cada semana. Cuando ya nos conocimos y como me gustaba cantar, empezó a subirme al escenario. Al primero fue una canción, luego tres, después medio concierto… y al final decidimos hacer un proyecto juntos. Empezó como un ‘hobbie’, pero como a la gente le fue gustando lo que hacíamos, nos lo hemos ido tomando más en serio, pero siempre con la base de pasárnoslo bien.

¿Qué tipo de música tocan?

Somos dos voces y una guitarra, en ocasiones acompañada por pandereta. Hacemos música española de los ochenta y noventa, que es la que nos gusta. Versiones de Los Secretos, Sabina, Loquillo… aunque en ocasiones se nos escapa algo en inglés, porque Leo es nacido en Nueva York, pero siempre cosas conocidas para el público de aquí.

Nuestro repertorio depende del concierto, porque hemos hecho desde fiestas más privadas o conciertos en pueblos, lo que nos permite que la gente participe, suba al escenario a cantar. Sea donde sea, lo primordial es pasarlo bien.

¿Qué esperan del concierto de la Marina d’Or Básket Cup?

Tocar de mucha gente impone y te marca cierta distancia. Buscaremos, como siempre, la diversión. Sabiendo que la gente que estará en el concierto vendrá de ver a sus hijos e hijas jugando durante el día, queremos que sea su momento de asueto, de soltarse el pelo. Nuestra música está destinada a todos los públicos, pero para los mayores de 30 años le marca mucho porque son todo temas conocidos. Mucha gente nos comenta que tocamos la banda sonora de su vida. Queremos que se vayan con la sensación que han escuchado las canciones que ellos pincharían si les diéramos a elegir. Y que bailen y se diviertan.

¿Qué relación tienen con el baloncesto?

Mi relación con el baloncesto nace del periodismo. Durante diez años redacté la información del entonces CAI Zaragoza en Heraldo de Aragón. Me ha tocado ver mucho baloncesto, también de formación, aunque menos del que me hubiera gustado, porque a todos nos atrae ver este tipo de torneos del que salen las estrellas del futuro. De ese tiempo en Heraldo conservo muchos amigos de este mundillo.

Leo no tiene tanta vinculación, pero, como digo yo, un tío que ha nacido en Nueva York y ha estado en el Madison Square Garden… algo tiene que saber, aunque cuando hay alguna duda siempre me pregunta.

Si fueran un equipo de baloncesto… ¿serían?

Seríamos un equipo chapado a la antigua. Pensando en baloncesto siempre me viene a la cabeza Loquillo, que ha estado muy vinculado porque jugaba de joven en el Barcelona y ha hecho canciones sobre ello. Seríamos el típico equipo de colegas que juega los fines de semana y cuyo objetivo es únicamente pasarlo bien y que todos aquellos que nos rodean se lo pasan bien con nosotros.

¿Co quién jugarían un 2x2 musicalmente hablando?

Más que un 2x2, porque son más, aunque alguno ya no esté, me gustaría jugar un partido contra Los Secretos. Es un grupo que nos han marcado mucho con su música y sus letras. Sería un partido entretenido. Eso sí, no jugaríamos mucho, porque nos pondríamos a cantar y contar historíetas.

Para terminar. ¿Qué proyectos tienen de futuro?

Hemos hecho la grabación del disco. Nos falta la producción y edición. Es un trabajo de versiones que esperamos tenerlo antes del verano. A la vez estamos cambiando y ampliando el repertorio. Llevábamos siete años que metemos cosas nuevas poco a poco, pero ahora queremos darle un giro y ampliar nuestras miras musicales. Hay mucha gente que ya nos ha visto muchas veces y quizá podemos sonar a repetitivos y queremos reciclarnos.