De Scraton a Valencia, una historia del Minibasket

Un pastelito. Una pequeña merienda. Ese es el inverosímil origen de un deporte que hoy mueve a millones de practicantes en el mundo. 'Biddy', palabra en inglés que significa precisamente pastelito y también polluelo, fue el apellido que le dio Jay Archer a su nuevo invento. Se dejó asesorar por su hija y todos sabemos que un padre no puede decirle que no a su niña. El 'Biddy Básket' fue el embrión del Minibasket. El origen, como el de su hermano mayor, se encuentra en Estados Unidos, concretamente, en Scraton (Pensilvania). Allí Jay Archer buscaba una alternativa para que el baloncesto pudiera ser desarrollado por niños y niñas, que pudieran tener las mismas sensaciones que él había tenido cuando llegó a ser All Star en 1936.

Graduado en Educación Física por la universidad de Stroudsbourg e influenciado por la corriente pedagógica de la Escuela Nueva, impulsó a principios de la década de los 50 esta adaptación del baloncesto. Su invención no está nada alejada de lo que es ahora un deporte mayoritario y extendido por todo el mundo. El primer programa se dirigió a chicos y chicas de 9 a 12 años. Se redujeron las reglas para facilitar la rápida comprensión y el entretenimiento y se bajó la altura de los tableros y el tamaño de los balones para que fuera más sencillo el manejo para chicos y chicas en etapa de formación. 

Su difusión fue paulatina. Archer empezó a definir torneos cerca de la localidad de Scraton (Pensilvania), donde hasta el día de hoy se mantiene una organización que potencia el 'Biddy Basket' y que tiene una potente delegación en Finlandia. Jugadores como Larry Bir o Julius Erving o actuales como Tyreke Evans DJ Augustin o Petteri Koponen han estado en torneos de Biddy'.

Sin embargo fue la visita a esta localidad de los fabulosos Harlem Globertrotters y el famoso árbitro Pat Kennedy la que propulsó a nivel internacional el nuevo deporte infantil. La intermediación de Kennedy provocó que una televisión de Nueva York emitiera un reportaje sobre el 'Biddy Basket' y se diera a conocer por distintos puntos de Estados Unidos. La aceptación hizo que en muy poco tiempo se abrieran nuevas escuelas por todo el país y se extendiera por Puerto Rico, Canadá, Japón, Malasia, Singapur, Australia, Mexico, Brasil y Ecuador pronto adoptaron el ejemplo de EE.UU.

El impulso de Anselmo López

El Minibasket bajo este apelativo se desarrolló en España, gracias a la figura de una persona vital en la historia del baloncesto español. Anselmo López, presidente de la Federación Española de Baloncesto, miembro del Comité Olímpico Español e innovador, se encargó de organizar una primera competición en 1964 y adaptar un reglamento, además de otras iniciativas. Una de las más llamativas fue la creación de un himno del Mini. Anselmo López, que también fue jugador y entrenador del Espanyol, directivo de Estudiantes y fundador del primer club de Huesca, traslado este impulso hasta la FIBA, dirigiendo el primer Comité Internacional de Minibasket, teniendo muy presente la dimensión educadora de este deporte y fomentando los siguientes objetivos:

a) Aprovechar toda la oportunidad del juego para educar y desarrollar en los niños sus cualidades físicas y psicológicas.

b) Crear hábitos deportivos en el niño/a, para que se sienta interesado en la práctica de los deportes.

c) Fomentar en el niño/a la tendencia hacia el juego limpio. Nunca debemos de olvidar que estamos trabajar con niños y con ellos todo debe de ser positivo y respetuoso.

d) Crear el clima para que el desarrollo del niño-a como persona sea el adecuado.

e) Crear el clima para que el desarrollo del niño/a como jugador/a sea el adecuado a esta edad.

f) Crear un clima donde el niño/a se sienta valorado/a por su manera de ser y comportarse.

g) Crear un clima donde el jugador/a se sienta valorizado-a no solo por sus habilidades sino por su aportación al equipo.

h) Equilibrio entre aprendizaje y diversión.

España fue uno de los diez participantes en el primer 'Mundial' de Minibásket, que se jugó, como homenaje a su fundador, Jay Archer, en Scraton. Este evento se disputó en 1967 y la histórica primera Selección Española de Minibasket la formaron Jorge Ros, Eduardo Verdaguer y César Verdejo (La Salle Barcelona), Antonio Baonza y Luis Jiménez (Chamberí), Luis Follana (Real Madrid), Cristóbal González (BIM), Jesús Ester (DOSA Terrassa), Pedro Navarro (Canoe) y Jesús María Azaldegui (Kas). El entrenador fue Paco Hernández. Este es el equipo que aparece en la foto que ilustra esta entrada y que se guarda en el Museo de la FEB en Alcobendas. España jugó dos de sus únicos siete partidos oficiales en la categoría: ganó a Perú (47-32) y perdió con Puerto Rico (38-53).

El Minibasket es la puerta de introducción de muchos deportistas y futuras estrellas y un perfecto vehículo para el desarrollo físico, emocional y personal de muchos menores, fuente de valores individuales y colectivos. El desarrollo de la Copa España Alevín L'Alqueria del Minibasket supone un nuevo capítulo de la evolución del Mini en España, una oportunidad para centenares de niños y niñas de medirse a los mejores y de potenciar el mejor ambiente de convivencia y amistad que promueve el deporte de los 'polluelos'.